Matias Aristei

IKIGAI – En busca del propósito

Ikigai es un término japonés que se traduce como «razón de ser» o «razón para vivir», y representa la idea de encontrar el propósito que te impulsa a levantarte cada día. Este concepto milenario es un pilar en la cultura japonesa, especialmente en Okinawa, una de las zonas con mayor longevidad del mundo, y está enraizado en cuatro áreas clave: lo que amas, en lo que eres bueno, lo que el mundo necesita y por lo que puedes ser remunerado.

¿Cómo se obtiene el Ikigai?

Obtener tu Ikigai implica un proceso de introspección profunda. A continuación, te guiamos paso a paso por las áreas fundamentales que componen este concepto:

  1. Lo que amas (Pasión): Reflexiona sobre las actividades que te generan entusiasmo y alegría. Pregúntate: ¿Qué te motiva a seguir adelante? Esto puede incluir hobbies, proyectos creativos o áreas que te emocionan.
  2. Lo que eres bueno haciendo (Vocación): Examina tus habilidades y talentos. Estas son las capacidades en las que sobresales naturalmente o que has perfeccionado con el tiempo. Identificar tu destreza te dará claridad sobre en qué puedes destacar.
  3. Lo que el mundo necesita (Misión): Encuentra cómo puedes aportar valor a los demás o contribuir a la sociedad. Piensa en los problemas o necesidades globales o locales que puedes ayudar a resolver con tus talentos y pasiones.
  4. Por lo que puedes ser remunerado (Profesión): Determina cómo puedes monetizar tus habilidades de manera que también te genere satisfacción personal. Aquí, es esencial encontrar un equilibrio entre hacer lo que amas y recibir una compensación justa.

El Ikigai surge de la intersección de estas cuatro áreas, brindando no solo una dirección clara en la vida, sino también satisfacción emocional, profesional y espiritual.

La importancia del Ikigai

Estudios científicos y psicológicos han demostrado los beneficios de tener un propósito claro en la vida. Un estudio realizado por la Universidad de Tohoku en Japón, encontró que las personas que identifican su Ikigai tienden a ser más saludables, vivir más tiempo y experimentar niveles más bajos de estrés. Al tener un propósito definido, hay un sentido de realización constante, lo que disminuye la ansiedad sobre el futuro y mejora la capacidad de enfrentar los desafíos.

Además, las personas que han identificado su Ikigai tienden a ser más resilientes, creativas y perseverantes. En un entorno profesional, encontrar tu Ikigai puede mejorar significativamente tu productividad y satisfacción laboral, ya que trabajas en algo que no solo te apasiona, sino que también tiene un impacto positivo.

Ejemplos de Ikigai en la vida diaria

  • Okinawa, Japón: En esta región conocida por la longevidad de sus habitantes, el Ikigai es una parte fundamental de la vida cotidiana. Los okinawenses encuentran su propósito en actividades simples pero profundamente significativas, como cuidar de sus familias, trabajar en la comunidad y mantener tradiciones vivas.
  • Steve Jobs: El famoso fundador de Apple fue un claro ejemplo de alguien que encontró su Ikigai. Jobs fusionó su amor por la tecnología con sus habilidades creativas, resolviendo problemas del mundo con innovaciones revolucionarias, y encontró una manera de construir una exitosa carrera profesional.

Cómo empezar a encontrar tu Ikigai

Para descubrir tu Ikigai, comienza haciendo una lista en cada una de las áreas mencionadas: lo que amas, lo que eres bueno haciendo, lo que el mundo necesita y lo que puedes ser remunerado. Encuentra las conexiones entre ellas. Este ejercicio te ayudará a visualizar claramente qué aspectos de tu vida están alineados y qué áreas necesitan más desarrollo. No se trata de un proceso que ocurre de la noche a la mañana, sino de una búsqueda constante de equilibrio y satisfacción.

Aprovecha las herramientas disponibles como libros, videos de expertos y ejercicios introspectivos. También es útil hablar con personas cercanas que puedan ofrecerte perspectivas sobre tus talentos y pasiones. La clave está en la reflexión continua y la disposición a ajustar tu camino a medida que creces y cambian tus circunstancias.

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